En estas fechas estamos
acostumbrados a hacer una lista de cosas a realizar durante este año que acaba
de empezar.
Yo, miro mi cuerpo, lo siento
y reflexiono sobre la información que me ofrece.
En un curso recibido hubo una
frase que me gustó, por entenderla bien y porque muestra las cosas de forma
simple pero clara: somos mente, corazón y tripas.
Eso es lo que hago yo. No en
el año, sino en el día a día. Es de donde saco el aprendizaje. Siento lo que no
me satisface, lo que no me llena, lo que me perturba, me nubla y busco qué ha
pasado. Busco el origen.
A veces, incluso
lo hago con las cosas buenas, pero eso me cuesta más, disfruto el momento
olvidándome el pensar.
Esto deseo para mí
este año, acordarme de todas estas informaciones que nos da el propio cuerpo,
reflejo de lo que somos en nuestro interior.
Y por eso vuelvo a
"postear", porque no hacerlo durante tantos meses me revuelve el
estómago una y otra vez
Comámonos el 2014
y veamos que reacción nos causa, pues ¡¡¡somos lo que comemos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario